¿Cómo es la autonomía en los coches eléctricos?

La autonomía de los coches eléctricos ha pasado de ser el principal talón de Aquiles de este tipo de vehículos a constituir una de sus principales sorpresas. Este tipo de coches ha pasado de depender de una torre de carga para cualquier tipo de desplazamiento urbano a permitirnos desplazarnos entre distintas ciudades e incluso entre diferentes comunidades autónomas sin ningún tipo de problema. Ahora bien, ¿qué es la autonomía de un coche eléctrico y en qué hay que fijarse a la hora de determinarla?

¿Qué es exactamente la autonomía?

La autonomía en eléctricos hace alusión a la cantidad de kilómetros que estos pueden recorrer con la máxima carga posible en sus baterías. Es decir, la autonomía de los coches eléctricos determina cuán lejos puede llegar uno de estos vehículos sin detenerse a recargar baterías.

Por supuesto, al igual que ocurre con los vehículos con motores de combustión interna, dicha autonomía es un ideal. O lo que es lo mismo, dependerá siempre de unas condiciones determinadas, como conducir siempre en terreno llano y sin sobrepasar determinadas velocidades, ya que el estilo de conducción influye de forma determinante sobre la cantidad de energía que consumirá el vehículo.

Si hablamos de la autonomía en eléctricos, otro elemento que influye de forma determinante en este parámetro es el peso de los acumuladores. Es por ello que poco a poco los fabricantes están consiguiendo mayores autonomías, puesto que cada vez es posible reducir más aún el peso de este tipo de equipamiento.

Factores que afectan a la autonomía de los eléctricos

Tal y como hemos mencionado anteriormente, aunque los fabricantes proporcionen información sobre la autonomía de coches eléctricos, dicho dato está supeditado a un uso ideal del vehículo. Esto implica una serie de factores muy determinados y que lo normal sea que la autonomía real sea inferior.

Ahora bien, ¿qué factores hay que tener en cuenta a la hora de exprimir al máximo la autonomía de un vehículo eléctrico? 

Estado de la batería

Al igual que ocurre con la batería de un smartphone, o con la de un ordenador portátil, los ciclos de carga van deteriorando la autonomía de la batería de los coches eléctricos. Esto significa que, con un mismo porcentaje de carga, una batería nueva y otra con varios años ofrecerán autonomías distintas para un mismo vehículo. 

Los fabricantes, por norma general, facilitan la autonomía de un coche eléctrico con la batería en su máximo esplendor. Además, no solo conviene tener una batería en el mejor estado posible, sino que además es necesario tenerla cargada al máximo antes de iniciar un largo camino. 

Carga del vehículo

Mover un coche con un único ocupante, el conductor, no requiere del mismo esfuerzo por parte del motor eléctrico que mover otro con cuatro ocupantes y el maletero lleno de equipaje. Es decir, la autonomía de los coches eléctricos varía en función de los kilos de más que deba transportar el vehículo eléctrico, que recorren menos espacio cuanto más peso transporten.

Estilo de conducción

La forma de conducir es otro de los aspectos determinantes al hablar de la autonomía en eléctricos. Cuanto más se pise el acelerador y más brusco se sea al volante, menos kilómetros podrán recorrerse con un mismo ciclo de carga. La conducción responsable, además de más segura, también es más eficiente, por lo que es un hecho que siendo más suave se puede llegar mucho más lejos.

Orografía

Tal y como hemos mencionado unas líneas más arriba, un vehículo eléctrico no puede ofrecer la misma autonomía en un terreno lleno y en línea recta que en una sinuosa carretera de montaña con constantes altibajos. En este último caso tocará parar a recargar antes porque exigiremos un mayor trabajo al motor eléctrico.

Condiciones de viento

Circular con el viento en contra supone un serio obstáculo para el motor eléctrico en cuestiones de autonomía, ya que necesita usar más energía para mover el coche en la dirección que se le indica. Por contra, circular a favor del viento puede aportar unos metros más de autonomía, puede que los justos para llegar hasta el siguiente punto de recarga.

Uso del aire acondicionado

Al igual que ocurre con los coches con motores de combustión, el uso del aire acondicionado o la calefacción consume recursos, en este caso incluso más, ya que es la misma batería la que gestiona estos dispositivos y además propulsa el vehículo eléctrico. Por eso, para conseguir la máxima autonomía en eléctricos, lo mejor es no utilizar sistema alguno de climatización.

Estado de los neumáticos

Mantener los neumáticos en perfecto estado de revista tanto a nivel de desgaste como de presión resulta esencial para conseguir los mejores resultados con la autonomía de los coches eléctricos. Cada fabricante recomienda unas determinadas presiones en función de la carga del vehículo en cada momento, por lo que resulta crucial comprobar su estado minutos antes de iniciar la marcha.

Grado de calentamiento del motor

Poner en marcha un motor eléctrico para que comience a funcionar requiere de un calentamiento, lo que puede hacer que durante los primeros kilómetros de recorrido se consuma más autonomía de la cuenta. En este caso, un buen consejo es calentar el motor cuando el vehículo aún está conectado a su torre de carga, ya que de este modo iniciaremos la marcha sacando el máximo rendimiento a la autonomía de los coches eléctricos.

¿Qué autonomía suele tener un coche eléctrico?

Como ya hemos visto, la autonomía de los eléctricos depende de numerosos factores. Ni siquiera dos coches idénticos con el mismo estado de batería ofrecerán la misma autonomía en manos de dos conductores distintos, pero nos movemos en una horquilla de 250-600 kilómetros.

Por supuesto, depende del tipo de vehículo y, por tanto, del tipo de baterías que pueda cargar, así como de su peso o del uso que se le pretenda dar en cada momento.

Lo cierto es que ya existen baterías con autonomía para los eléctricos de hasta 1000 kilómetros, lo que supone cruzar España de norte a sur sin tener que detenerse a recargar más que a la llegada a destino. Por supuesto, la evolución de las baterías continuará afinando la autonomía de los coches eléctricos hasta límites insospechados, mientras que el desarrollo de sistemas de coche eléctrico auto-recargable por completo nos invita a soñar con vehículos 100% libres de contaminantes que no necesiten de ningún tipo de carga externa para funcionar, ¡aunque lo cierto es que para esto aún faltan unos años de investigación!