Te contamos todas las consecuencias que pueden darse si tenemos un accidente, tengamos o no la culpa en el siniestro, con un vehículo que no ha pasado la ITV.
Tener un coche en circulación implica algunas obligaciones como tener un seguro contratado, que como mínimo cubra la responsabilidad civil, pagar el impuesto de circulación o pasar una revisión periódica para certificar el estado del vehículo. Esto último es lo que conocemos como Inspección Técnica de Vehículos, más conocida por sus siglas ITV.
Se debe destacar que esta revisión tiene como finalidad evitar que algunos de los elementos de nuestro coche impliquen un problema o accidente en carretera al estar en mal estado. Por ello, la ITV es de manera fehaciente una vía de seguridad para todos los conductores.
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La ITV es un trámite obligatorio para poder circular con nuestro vehículo en España y no llevarlo a cabo tiene peligro de multa. Las sanciones pueden ir de los 200 a los 500 euros e incluso las autoridades pueden determinar dar de baja el coche si lleva mucho tiempo sin pasar la revisión.
Esto se debe a que un vehículo que no tiene la ITV en regla se considera como peligroso, con posibles fallos no detectados que pueden ocasionar accidentes. De este modo, si circulamos sin la ITV pasada estaremos poniendo en riesgo a la circulación, a nosotros mismos y al resto de conductores.
Ahora bien, ¿qué pasaría si tenemos un accidente con la ITV caducada? Si esto ocurre, podríamos meternos en un gran problema, sobre todo si somos los culpables del siniestro. En esta línea, hay que añadir la correspondiente multa que nos aplicarán los agentes de tráfico que rellenen el atestado al comprobar que no tenemos ITV.
Si tenemos la culpa del accidente, el seguro del coche se hará cargo de la responsabilidad civil con respecto al otro vehículo implicado, indemnizando a sus ocupantes y reparando cualquier daño causado.
Sin embargo, no cubrirá los desperfectos o perjuicios de nuestro coche o sus ocupantes. E incluso puede reclamarse la indemnización que haya tenido que pagar a las otras personas perjudicadas por el accidente.
El asunto cambia si no tienes la culpa del accidente. En este caso, el otro seguro te cubrirá todos los daños. Aunque puede que tu propio seguro no te ofrezca la responsabilidad jurídica por el hecho de no tener la ITV en regla. La situación se puede complicar mucho y, por ello, se debe evitar caer en este error.
Y, si no tengo seguro del coche, ¿puedo pasar la ITV? La respuesta es no. Además de que el seguro del coche es otro de los procedimientos obligatorios para que un coche pueda circular, en la ITV debemos presentar un recibo o resguardo de su pago, además de los papeles que acreditan que tenemos en regla toda la documentación para conducir (impuesto de circulación, carnet de conducir…).
En esta inspección también se comprueba que toda la documentación del coche es correcta, más allá de la revisión técnica de sus elementos más importantes como los frenos, las luces, el motor y otros componentes que inciden en la seguridad y buena conducción del mismo.
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