Cuando nos disponemos a cambiar los neumáticos de nuestro coche no solo basta con sustituirlos. Sino también con asegurarnos de que las medidas de los neumáticos nuevos son las correctas.
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En la vida de todo conductor llega ese momento decisivo, y muchas veces imprevisto, de verse en mitad de la carretera con una rueda pinchada. Lo normal en estos casos suele ser llamar a tu seguro de confianza y pasar por el taller, grúa mediante, a fin de descubrir el diagnóstico y proceder a cambiar el neumático.
Sin embargo, siempre es recomendable asegurarse de que el nuevo neumático que nos disponemos a instalar sea equivalente al nuestro o, incluso, mejor, a fin de potenciar la seguridad de tu coche.
A la hora de proceder, deberás asegurarte de las medidas del neumático y las llantas que te permitirán descubrir todas las opciones disponibles a través de la lectura del código del neumático, ya sea a través del manual del fabricante o por tu propia cuenta.
Una vez nos disponemos a cambiar una rueda, podemos elegir entre tres opciones: cambiarla por otra similar, por una más económica o por una más cara y, por lo tanto, potente y segura.
En cualquiera de estos tres casos, el procedimiento pasa por la lectura de las medidas del neumático y su equivalencia respecto a otras posibilidades a elegir a través del código que encontraremos en la parte exterior de la rueda. Por ejemplo, 195/65 R 15, referencia englobada dentro de las medidas de neumáticos más comunes.
En cualquier caso, no te preocupes, ya que te desgranamos cada uno de los dígitos.
Una vez hemos comprobado estos datos, podemos optar por otras equivalencias de neumáticos que se correspondan con el que nos disponemos a sustituir. Ante esta situación, y a fin de no ser sancionados, el Real Decreto 866/2010 obliga a legalizar el nuevo neumático si este no cumple los siguientes requisitos:
Una vez hayas tenido en cuenta estos aspectos, podrás elegir entre aquellos neumáticos equivalentes a tu código y apostar por nuevos parámetros: desde el precio del mismo hasta una mejora del propio vehículo y su seguridad gracias a unos neumáticos más potentes.
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