Conoce cuál es el funcionamiento del sistema de enfriamiento de los motores diésel y en qué se diferencia con el sistema de refrigeración en gasolina.
El sistema de refrigeración de un coche se encarga de mantener a salvo el motor del mismo. Sus funciones son, principalmente, evitar un sobrecalentamiento del motor y posible desgaste y quema de algunas de las piezas y controlar una bajada de temperatura en el mismo.
Sin embargo, no todos los sistemas de refrigeración son iguales, teniendo sus características distintivas si nos encontramos con un vehículo con motor diesel o gasolina. A continuación, vamos a focalizarnos en las peculiaridad del sistema de enfriamiento en un coche diesel y cuáles son sus principales diferencias con un motor de gasolina.
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El sistema de enfriamiento en un coche con motor diésel es el encargado de hacer circular un líquido refrigerante por el motor para disipar el calor mediante un radiador, que contiene ciertos conductos por los que tiene que pasar el líquido trasladando el calor a esa especie de tuberías que ejercen el enfriamiento.
De esta forma, el líquido inicia de nuevo el ciclo tras haber perdido el calor y los conductos se enfrían mediante el aire que se produce de la marcha del vehículo.
Así, el radiador ejerce una función muy importante dentro del sistema de enfriamiento de un motor diesel. Este elemento cuenta con una entrada y una salida y está formado por un panel de tubos, por los que fluye el aire y el agua.
Los sistemas de enfriamiento de los motores diesel y gasolina cumplen con la misma finalidad y son muy similares en cuanto a funcionamiento y composición de sus piezas. Sin embargo, ambos mantienen una gran diferencia y es el método de enfriamiento del líquido refrigerante.
Y es que los motores gasolina usan un ventilador para enfriar el líquido refrigerante, a diferencia de los diesel, que realizan el enfriamiento mediante los conductos que salen del radiador.
Así, los elementos del sistema de refrigeración de un motor diesel son más resistentes que los de gasolina, puesto que soportan más presión y temperatura.
Cabe destacar que es muy importante prestar mucha atención al mantenimiento del sistema de refrigeración. No hacerlo nos podría llevar a desgastes de las piezas y sobrecalentamientos con averías de alto coste en el motor del coche.
Por contra, tener un control exhaustivo del mantenimiento puede ayudar a mejorar el estado del motor y, por ende, que la conducción sea mucho mejor y se alargue la vida del vehículo.
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