De todos los tipos de radar existentes, los radares móviles son los más temidos por su presencia camuflada y capacidad para imponer la ley en el momento más inesperado. Te contamos cuántos tipos de radares móviles existen y cómo podemos reconocerlos.
Cuando nos disponemos a tomar las carreteras para ir a la playa o el campo, otras ciudades o trabajo, siempre hay un ”enemigo” que puede surgir en cualquier momento. Sí, los temidos radares. Aliados a la hora de controlar la velocidad e imponer las correctas normas de circulación, los radares adquieren diferentes formas y modalidades a fin de captar al conductor kamikaze: desde los radares fijos hasta los de tramo pasando por los más temidos, los radares móviles.
Famosos por adquirir diferentes formas y camuflarse de forma efectiva, estos radares son difíciles de avistar en un primer momento, ya que tampoco existen señales que nos indiquen su presencia.
En cualquier caso, conocer los tipos de radares móviles siempre supondrá una ventaja para todos los conductores.
Los radares móviles se dividen en siguientes tipos
Muchos conductores se preocupan cuando advierten un coche apartado del resto del párking o a un lado de la carretera. Equipados con un sistema radar propio, los coches camuflados suelen colocarse en mitad de un arcén o carretera además de la salida de los túneles en las que puedan pillar desprevenido al infractor.
Desarrollado por el gobierno catalán en 2019, los coches patrulla, también conocidos como patrullas “espiell”, conforman un sistema de radar que se apoya en vehículos totalmente normales que circulan por las carreteras. ¿La diferencia? Que los conducen los mossos y cuentan con un sistema de grabación tan imperceptible como conciso.
Concebidos bajo uso militar en un primer momento, los helicópteros Pegasus, también llamados helicópteros-radar aéreo, utilizan dos cámaras, una panorámica mediante la que siguen a los coches, y otra que les permite tomar la fotografía de la matrícula. Por si acaso quedaban dudas de su eficiencia, los helicópteros Pegasus pueden medir la velocidad de cualquier coche hasta los 360 km/h.
Los radares trípode destacan por muchos motivos: como trípode, son muy fáciles de montar, y su carácter autónomo a través de cinemómetros ocultos en los lugares más insospechados, ya sea detrás de un puente, en el dorso de una señal o incluso un seto.
Si el trípode o el coche patrulla son agentes impredecibles, el llamado radar-pistola los supera. Concebido en forma de pistola, este radar se compone de una cámara, una batería y una pantalla digital. Introducida en 2019 en España, es una aliada única para agentes y trípodes que pueden captar a un coche y su velocidad a un kilómetro de distancia, siendo prácticamente imperceptibles en un primer momento.
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¿Rompemos con lo establecido?