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Conoce en qué consiste la conducción eficiente, las ventajas y beneficios que tiene aplicarla y qué técnicas se pueden llevar a cabo para conseguirla.
Dime cómo conduces y te diré lo que consume tu vehículo. La forma en la que se llevan a cabo las diferentes maniobras en la conducción puede alterar en gran medida el gasto de combustible de un coche. Conocer cómo evitarlo y las ventajas e inconvenientes de llevar una conducción equilibrada y correcta será decisivo para el futuro de nuestro vehículo y, sobre todo, de nuestro bolsillo.
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Antes de nada, hay que explicar qué significa el término de conducción eficiente. Esta expresión hace referencia a la manera de conducir un coche con el objetivo de reducir el consumo de combustible y, por ende, contaminar menos la atmósfera. Este modo de conducir implica una serie de técnicas al volante que conllevan también una mayor seguridad y comodidad durante los viajes en automóvil.
Esta nueva manera de entender la conducción ha surgido a raíz de que los niveles de contaminación aumenten de manera sustancial debido al incremento del número de coches en carretera en los últimos años. Ello ha implicado una voz de alarma desde las administraciones públicas y privadas y una mayor conciencia de los ciudadanos en el cuidado y consumo de los vehículos.
Todo ello ha fomentado que se potencie la conocida como conducción eficiente, que no sólo engloba una serie de actitudes del conductor. También hace alusión a los elementos del vehículo que pueden aumentar o disminuir su consumo como los cambios automáticos, que elevan el gasto de combustible, o el control electrónico del motor, que ayuda a reducirlo.
Llevar a cabo una conducción eficiente implica tres grandes ventajas. Estas hacen que cada vez haya más conductores que se sumen a este modo de conducir un vehículo en carretera. No hay inconvenientes. Sólo se puede salir beneficiado si se lleva a cabo esta técnica en la conducción.
Conducir de una manera eficiente también hace que el trayecto sea más cómodo tanto para el conductor como para los pasajeros. Esto se debe a que la forma en la que se llevan a cabo las maniobras durante la marcha evita cualquier movimiento brusco o frenazo. De esta manera, el conductor también tiene menos tensión con una calma que se extiende durante toda la conducción.
Disminuir la velocidad punta que se aplica en carretera ayudará en gran medida a conseguir que la conducción sea lo más eficiente posible. Lo recomendable para hacerlo es intentar llevar una velocidad media constante, ni muy alta ni muy baja, haciendo caso a las indicaciones de las autoridades de tráfico.
La distancia de seguridad con el vehículo que llevamos delante será otro punto a tratar, debiendo de ser lo más amplia posible. Esto evitará los frenazos bruscos y explicará que se cambie menos veces de velocidad.
En esta línea, para llevar a cabo una conducción calmada y eficiente se debe hacer uso del freno de motor. Esto es que cuando veamos un obstáculo, semáforo o cualquier imprevisto en carretera hay que levantar el pie del acelerador y aprovechar el freno del cambio de marcha para reducir la velocidad.
Lo más recomendable para bajar el gasto de combustible es conducir el máximo tiempo posible en las marchas más largas. Así, lo mejor es iniciar el movimiento del coche con la primera marcha y cambiar a la segunda lo antes posible.
Llevar a cabo una conducción equilibrada y tranquila, sin movimientos bruscos y con un buen margen de maniobra de cara a imprevistos en carretera, será muy importante para mejorar la eficiencia del consumo del vehículo.
Llevar a cabo una conducción equilibrada y tranquila, sin movimientos bruscos y con un buen margen de maniobra de cara a imprevistos en carretera, será muy importante para mejorar la eficiencia del consumo del vehículo.
El aire acondicionado es uno de los accesorios que más afecta al consumo del combustible de un coche. Por ello, no llevar temperaturas extremas o a gran velocidad e intentar optimizar su uso ayudará a reducir el gasto del coche.
Conducir con las ventanillas bajadas es otro de los factores que incide en la eficiencia energética de un vehículo. Llevarlas de esta forma hace que el aire frene el coche, con lo que ofrece una resistencia más al movimiento del mismo. Lo mejor para ventilar el automóvil es utilizar los sistemas de ventilación del mismo. Por su parte, una mala colocación de la baca o del enganche para bicicletas también hará que el vehículo se frene y consuma más gasolina.
Comprobar y detectar a tiempo cualquier problema en el motor o elementos del coche hace que se esquive cualquier problema en el malgasto de combustible. Por ello, es muy importante revisar el funcionamiento del coche de la mano de un experto cada cierto tiempo, sobre todo si el coche es más antiguo. Componentes como los neumáticos, en los que habrá que tener una presión adecuada, influyen de manera directa en el consumo.
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