¿Cómo debe conducir con nieve?

Las temperaturas extremas en invierno no sólo pueden afectar al funcionamiento de nuestro coche, siendo vital tomar algunas precauciones para protegerlo cuando llega esta época del año. El frío suele dejar un nuevo peligro sobre la carretera: el hielo o la nieve. Ambos fenómenos meteorológicos dificultan la conducción y pueden suponer un riesgo al volante. 

Por esta razón, en este artículo se van a analizar varios puntos a tener en cuenta cuando se conduce un vehículo con nieve sobre el pavimento de la carretera. Conocer y cumplir con los siguientes puntos no sólo nos ayudará a salir airosos de una situación complicada al volante sino que también mejorará nuestra seguridad y la de los que nos rodean.

Recomendaciones para conducir con nieve

Antes de exponer las recomendaciones de Hello Auto para conducir de la manera más segura con nieve, hay que destacar que es aconsejable evitar conducir cuando hay nieve en la carretera, salvo razones de peso, y consultar las restricciones de movilidad en zonas donde las nevadas pueden ser extremas o muy peligrosas. 

Poner cadenas para conducir con nieve

En este caso, también se recomienda llevar cadenas para nieve en el coche y, sobre todo, consultar antes de emprender nuestro viaje cómo se ponen las cadenas en las ruedas del vehículo. Ser precavidos podrá evitar que nos quedemos atrapados en algún punto de la carretera o incluso que nos prohiban el paso en zonas donde el uso de cadenas sea obligatorio. 

Reducir la velocidad del coche con nieve o hielo

La siguiente gran recomendación que aparece a la hora de afrontar un viaje o trayecto con nieve o hielo en la calzada es reducir la velocidad del vehículo. Si cumplimos con este factor, lograremos minimizar los riesgos sustancialmente. Y es que cuanto mayor sea la velocidad, más peligro hay de que perdamos el control del vehículo.

Las autoridades establecen que siempre hay que conducir a menos de 40km/h cuando haya nieve en la carretera. Cabe recordar que el hielo o la presencia de nieve reducen en gran medida la adherencia de las ruedas, teniendo en cuenta que en la mayoría de vehículos no se utilizan neumáticos específicos, es decir, los conocidos como neumáticos de invierno. 

Evitar las frenadas bruscas o acelerar mucho el coche

De la velocidad pasamos a la frenada, que deberá de ser lo más suave posible. Esto también se aplica a la hora de acelerar el vehículo. Si pese a que cumplimos con estos dos puntos, el automóvil se gira o pierdes el control del mismo, hay que girar el volante en sentido contrario a donde se ha movido.

También debemos de dejar de acelerar si vemos que el coche no lleva un rumbo estable, puesto que puede que se pierda en control con mucho peligro en este caso. Así, lo más importante es sujetar bien el volante y realizar giros suaves para mantener la dirección correcta. 

Usar marchas largas y aprovechar la rodada de otro vehículo

Otro de los grandes consejos para conducir con nieve es llevar marchas largas, con el objetivo de que las ruedas patinen lo menos posible, y conseguir mantener las revoluciones bajas. Además de esto, tendremos que cambiar de marcha el menor número de veces que sea posible.

Por su parte, aprovecha si ya hay una marca de la rodada de otro coche y continúa este rastro. Esto nos ayudará a llevar un rumbo más estable puesto que la nieve estará más compacta y puede que las placas de hielo se hayan derretido o sean menores. 

Poca visibilidad: guardar una distancia de seguridad mayor

En esta línea, hay que prestar también atención al resto de vehículos que circulen a nuestro alrededor. Con ellos habrá que guardar la mayor distancia que podamos, aumentándole con respecto a la que mantengamos en una situación normal en carretera. 

Este hecho se vuelve más importante cuando afrontamos la conducción en medio de una nevada, situación en la que se pierde la visibilidad en carretera. De este modo, será necesario usar las luces antinieblas o de cruce, pese a que sea de día, para que nuestra presencia se pueda detectar pese a las condiciones meteorológicas. 

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